Actualmente, en la economía mundial, la propiedad intelectual ha adquirido un valor importante en relación con los activos de las empresas.
En efecto, las marcas de una empresa gozan de un valor económico acorde con la distintividad y reconocimiento que estas tienen en el mercado; valor que puede ser explotado de diferentes formas, por ejemplo: i) como garantía para solicitar créditos o ii) como base para explotar un modelo de franquicias, entre otras opciones.
Dentro del “boom” de la propiedad intelectual, los empresarios se han enfocado principalmente en registrar sus marcas de productos o servicios. Sin embargo, no se debe opacar la importancia que poseen en el mercado los nombres y las enseñas comerciales y los beneficios de su depósito ante la Superintendencia de Industria y Comercio.