El registro de una marca confiere derechos exclusivos sobre su uso en el territorio donde ha sido registrada. Sin embargo, mantener esos derechos conlleva responsabilidades y obligaciones que deben ser cumplidas por el titular de la marca. En Colombia, estas obligaciones están reguladas principalmente por la Decisión 486 de 2000 de la Comunidad Andina, que establece las normas comunes sobre la materia.